Sobre... Jueves, 29 de mayo de 2014

Jesús Málaga Guerrero. Presentación del discurso de entrada de Ángel Corrochano Sánchez

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                                            Ángel Corrochano Sánchez. Discurso de entrada en el CES

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                                            Enrique Battaner Arias. Contestación al discurso de entrada de Ángel Corrochano Sánchez

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Presentación del discurso de entrada de Ángel Corrochano

por Jesús Málaga Guerrero

El 27 de enero de 1951 nacía en Salamanca el Centro de Estudios Salmantinos bajo los auspicios de las dos universidades de la ciudad, La Universidad de Salamanca y la Universidad Pontificia de Salamanca.

 Eran años difíciles para España y, por supuesto, para Salamanca. En esas fechas regresaron a Madrid los embajadores de las naciones democráticas de Europa y América. Habían abandonado España como represalia contra la dictadura. El comienzo de una nueva geopolítica hizo que se considerase al régimen de Franco aliado. La guerra de Corea estaba en todo su apogeo y las relaciones entre Rusia y los antiguos aliados occidentales pasaban por las denominadas Coexistencia Pacífica y Guerra Fría.

 Si el mundo político surgido de la Segunda Guerra Mundial no era capaz de serenarse, en paralelo, en el plano científico se dieron pasos que revolucionarían en pocos años la vida de todos nosotros. En 1950, el año que acababa de terminar cuando nació el CES, se logró poner en marcha la cámara de alta velocidad que aportaba entonces la inimaginable cifra de diez millones de imágenes por segundo, se fabricaron los primeros ordenadores con memoria flexibles y se comercializaron las primeras memorias de núcleos de ferrita para ser utilizadas para instalaciones electrónicas de procesamientos de datos.

 En esos años, también por primera vez, se sustituyeron las cintas y tarjetas perforadas utilizadas a modo de memoria periférica por cintas electrónicas de cálculo. Pero lo que cambió la vida cotidiana de manera radical en el viejo continente fue la llegada a Europa en 1950 de la ultracongelación. Venía desde Estados Unidos y desde entonces se solucionó para siempre la conservación de alimentos a temperaturas de    -18º. En España la modernización comenzó con un tren articulado, conocido popularmente como Talgo. 

 La Universidad de Salamanca de entonces la conformaban cuatro facultades: Letras, Derecho, Medicina y Ciencias. En esta última solamente se podía cursar la licenciatura de Químicas. El Estudio había resistido como pudo, con muchas dificultades y sacrificios, la Guerra Civil y los larguísimos años de la posguerra y del hambre.

 La Universidad Pontificia de Salamanca había sido refundada años atrás, en 1940, una vez finalizada la Guerra Civil, con los estudios eclesiásticos que habían desaparecido de la Universidad de Salamanca, Teología y Cánones.

 El 27 de enero de 1951 se reunieron los fundadores del CES. Muchos de los personajes son de sobra conocidos. La lista la abre un rector y la cierra otro. No me resisto a citar los nombres entre los que figuran el alcalde, el presidente de la Diputación Provincial y el gobernador civil de Salamanca del momento. Junto a ellos, un buen número de prestigiosos profesores universitarios.

 José Artero, catedrático y primer rector de la Pontificia, Vicente Beltrán de Heredia, Ricardo Espinoza Maeso, Manuel García Blanco, Lorenzo González Iglesias, Carlos Gutiérrez Ceballos, Julio Ibáñez Rodríguez, Fernando Iscal Peyra, Rafael Laínez Alcalá, Eduardo Lozano Lardet, Esteban Madruga Jiménez, Juan Maluquer de Motes, Juan Muñoz García, Joaquín Pérez Villanueva, César Real de la Riva, Aníbal Sánchez Fraile y Antonio Tovar Llorente fueron los primeros miembros de CES. Entre los fundadores no había ni una sola mujer y brillaban por su ausencia los profesores procedentes del mundo de las ciencias. Se puede concluir que ambos extremos eran propios de la época.

 Hoy entra en el CES un profesor de geología, Ángel Corrochano, un hombre de ciencias. Es la primera vez que un miembro destacado de esa titulación entra en esta academia. Con su intervención sobre el tiempo geológico, finalizan los discursos de ingreso en el CES en el curso 2013-14. Ocho nuevos miembros, José Ramón Cid, Jesús Málaga, Juan Antonio Pérez Millán, Luis Enrique Rodríguez San Pedro, Santiago Juanes, Antonio Cea y Fernando Rodríguez de la Flor hemos impartido nuestras respectivas lecciones en este curso que hoy damos por terminado con la conferencia del profesor Corrochano. Ángel supone la apertura del Centro de Estudios Salmantinos a otras muchas ramas del saber que han ido llegando en estos últimos sesenta años a la Universidad de Salamanca.  

 Quiero agradecer públicamente la disposición de los miembros del CES a colaborar con las muchas actividades programadas por la Junta Rectora. Valga como ejemplo un dato. Para el cuso 2014-15 ya están proyectadas las conferencias de entradas de nueve nuevos miembros del CES. Enrique Cabero, María Jesús Mancho y José Antonio Bonilla serán los que expongan sus trabajos en el primer trimestre del curso.

 Y ahora escuchemos a Ángel Corrochano, profesor de estratigrafía, hablar del tiempo geológico. Sobrecoge comparar el tiempo geológico con el histórico o con el tiempo de supervivencia media del hombre y la mujer. Es comparable a hacerlo entre unas gotas de agua con la inmensidad del océano o, si lo prefieren, el tiempo de los humanos no es más que un suspiro si los comparamos con el tiempo en geología. Esperamos con expectación tus aportaciones. 

Para impartir su lección de entrada en el Centro de Estudios Salmantinos tiene la palabra el profesor don Ángel Corrochano.

Jesús Málaga Guerrero
Presidente del Centro de Estudios Salmantinos

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