ISBN 978-84-86820-36-7
Este libro ofrece una visión general sobre la historia del hospital más popular que ha tenido Salamanca desde el siglo XVI. Su objetivo es dar a conocer los orígenes y evolución de un centro de atención sanitaria de tan larga vida, que representa la reunificación de más de veinte hospitales que hubo en nuestra ciudad desde la Edad Media. Así mismo se da cuenta de su desarrollo a lo largo de la historia y de su vinculación con la Universidad desde mediados del siglo XVIII, tan poco conocida no solo por los salmantinos sino por los profesionales de la medicina.
Esto incluye la historia de los anfiteatros donde se practicaba la disección de cadáveres para la enseñanza de Anatomía y Cirugía. Se rescata de la oscuridad el Anfiteatro del arquitecto Lesmes Gavilán Sierra, de 1802, tercer Teatro anatómico de la Universidad en el orden cronológico, de vida tan efímera como ignorada, que ha pasado prácticamente desapercibido hasta para los estudiosos de la Historia de la Medicina.
El libro también muestra la historia itinerante del Hospital, desde su sede inicial de la calle Marquesa de Almarza. De su traslado al Colegio y Hospedería de Fonseca en 1802, por decisión del obispo Tavira, hasta 1810, que, tras una orden tajante del mariscal francés Ney de su expulsión del Colegio pasó a ocupar la sede de la Casa de Aprobación o de las Arrepentidas en la Ronda de Sancti Spiritus para, finalmente, volver en 1818 a su lugar de origen. Como de todos es sabido, es a partir de 1904 cuando el Hospital General se traslada a su nuevo edificio del Paseo de Carmelitas, en el barrio de San Bernardo.
Del igual modo, se pretende reivindicar la figura del obispo Antonio Tavira Almazán, un intelectual ilustrado, nombrado por el rey Visitador Oficial del Hospital General de la Santísima Trinidad al que solo se le conoce por dar su nombre a una calle de nuestra ciudad, aledaña a la catedral.