José Ramón Cid Cebrián
Acto de ingreso
Domingo, 20 de octubre de 2013
Jesús Málaga Guerrero. Presentación del discurso de entrada de José Ramón Cid.
José Ramón Cid. Discurso de entrada en el CES.
Pilar Magadan Chao. Contestación al discurso de entrada de José Ramón Cid.
Para incorporarse como miembro numerario al Centro de Estudios Salmantinos es preciso formalizar un discurso de ingreso en la institución, y si se trata de artistas crear una obra de arte, un cuadro o una pieza musical, que se ha de presentar y exponer ante el plenario del CES en una sesión abierta al público. Se trata de un acto solemne con el que los miembros del centro acogen en sus filas al nuevo compañero con un ritual académico protocolario, pero sencillo. Un numerario elegido por el nuevo miembro contesta en nombre del Centro de Estudios Salmantinos glosando los méritos del neófito y aportando la crítica pertinente al trabajo expuesto. La elección del tema de la conferencia debe estar en relación con el pasado y el presente de Salamanca y su provincia en sus más diversos campos: científico, técnico, histórico, artístico, geográfico, lingüístico, literario, sociológico, antropológico, urbanístico, medioambiental, económico o jurídico. Así lo contemplan los estatutos del CES desde su fundación.
Pertenecer al Centro de Estudios Salmantinos es un honor para cuantos hemos tenido la suerte de conseguirlo. Sus logros en sus más de sesenta años de existencia así lo confirman. A la nómina de esta institución han pertenecido y pertenecen lo más granado de la intelectualidad de Salamanca y su provincia. Profesores de las dos universidades de la ciudad, prestigiosos profesionales que han destacado en las más diversas materias del saber y artistas de reconocido prestigio han jalonado la lista de sus afiliados. Cada incorporación enriquece aún más su pasado glorioso y la curricula del conjunto, ya de por sí importante. Es necesario recordar que el Centro de Estudios Salmantinos ha publicado más de cien títulos, entre los que se encuentra la Historia de Salamanca, tratado en seis tomos que ha puesto al día los conocimientos historiográficos de la ciudad y su provincia.
El acto de entrada de nuevos miembros es el hecho más importante de cuantos celebra el CES. Las instituciones vivas han de impulsar la renovación, logrando que los que llegan aporten nuevas formas de ver la realidad de un entorno, Salamanca, que reclama como nunca nuevos impulsos.
Hoy acogemos en el CES a un folclorista de prestigio, José Ramón Cid Cebrián, uno de los destacados estudiosos de la música tradicional salmantina. Además de sus publicaciones musicológicas, José Ramón ejerce como tamborilero, toca con maestría la flauta de tres agujeros y el tamboril. Es coautor de un libro sobre estos instrumentos musicales populares, escrito conjuntamente con Jambrina Leal. Este volumen vio la luz en 1989 publicado por el Centro de Cultura Tradicional de la Diputación Provincial de Salamanca.
Cid Cebrián viene a sumarse a otros muchos músicos y musicólogos que pertenecieron y pertenecen al CES. Ha elegido para que realice la contestación a su discurso a Pilar Magadán, prestigiosa estudiosa de la música charra. Desde su atalaya mirobrigense, José Ramón ha ido atesorando conocimientos de la música popular de la meseta y de la zona fronteriza con Portugal. Ha estudiado amplias zonas rurales del oeste de Castilla y León, aquellas que han conservado en estado puro un folclore basado en la percusión del tamboril acompañado del sonido producido por la flauta de tres agujeros. Son pequeños pueblos y aldeas de las extensas planicies mesetarias despobladas, alejados de los núcleos urbanos, con escaso contacto con el progreso. Por ese motivo han sabido guardar lo que el resto de Europa, y más especialmente la península, tuvieron y han perdido.
José Ramón no se ha conformado con acumular conocimientos musicológicos adquiridos en sus muchos años de dedicación a esta materia, también ha experimentado con los instrumentos que domina a la perfección. Prueba de ello son los discos de música tradicional salmantina grabados que suponen un archivo fonológico de gran calidad, además de un placer estético escucharlos.
En los comienzos del curso universitario, en el todavía tibio otoño salmantino, José Ramón nos ofrece un concierto de órgano y flauta de tres agujeros en un escenario teatral: la capilla de San Jerónimo de la universidad de Salamanca. Con este concierto logra, para placer de los salmantinos, un acontecimiento cultural único. Los asistentes podremos comprobar que la conjunción de estos dos instrumentos, uno popular y otro culto, se combinan perfectamente y producen una sonoridad que transporta al oyente a vivencias estéticas novedosas. Los compases del órgano histórico, acostumbrado a sonar en las grandes solemnidades académicas, se verá acompañado de la flauta popular presente en las fiestas profanas y populares, lejanas del boato del Estudio.
Los salmantinos tenemos que agradecer a José Ramón haber logrado atesorar una de las mejores colecciones de instrumentos musicales populares de la provincia de Salamanca y de las comarcas limítrofes, especialmente flautas de tres agujeros. Con su muestrario se han podido conservar instrumentos que de otra forma habrían desaparecido para siempre. Salamanca cuenta, gracias a él, con una muestra incalculable de su cultura musical dispersa por el mundo rural. Cada una de las piezas de las que consta su colección ha sido catalogada, estudiada con mimo. José Ramón conoce todo de ellas, su procedencia, su tiempo de construcción e incluso deduce quién pudo tocarla y sacarle sonido en la fiesta del pueblo, en el atrio de la iglesia o en el baile popular.
La flauta y el tamboril son para él la continuidad de su cuerpo, de sus dedos. Practica con ellos sus conocimientos, y al contemplarlos, experimenta el placer estético de conservar los instrumentos que lo fueron todo y a los que debemos gran parte de la cultura musical de nuestro entorno. La flauta de tres agujeros es un aerófono de bisel. Es un tubo cilíndrico con boquilla en la parte superior para dirigir el aire, y tres perforaciones. Este instrumento, acompañado normalmente del tamboril y, en ocasiones, del salterio, se utiliza hoy en día en la música tradicional de extensas zonas de la Península Ibérica. Según la clasificación de Jambrina y Cid Cebrián, existen seis focos geográficos en la península y en las islas en los que podemos encontrar el conjunto de flauta y tamboril (o salterio) tocados por un mismo instrumentista. El foco más extenso es el occidental, que comprende zonas de Asturias, León, Zamora, Salamanca, Tras-Os-Montes (Portugal), norte de Cáceres, sur de Badajoz, Huelva y Alentejo (Portugal), provincias y regiones del antiguo reino de León en las que José Ramón ha trabajado y en las que se le puede considerar un experto.
Me gustaría finalizar estas notas sobre el nuevo miembro numerario del CES haciendo referencia a su procedencia. José Ramón es un miembro activo del Centro de Estudios Mirobrigenses, institución hermana del CES, que se ha distinguido por su intensa actividad, especialmente por sus cuidadas publicaciones. Estoy seguro que las magníficas relaciones existentes entre los dos centros de estudios de la provincia de Salamanca tendrán siempre en Cid Cebrián un excelente valedor.
Jesús Málaga Guerrero
Presidente del Centro de Estudios Salmantinos